La noche donde llegas

La noche donde llegas resplandece,
mi pecho otrora hueco se convierte
en guitarra, cuya nota subvierte
y tal como recuerdo, permanece.

Besé tus hombros de sol salpicados
con la furtiva oscuridad de abrigo,
todo te aleja, me roba, litigo
al tiempo y los minutos, sus soldados.

Sé bien que de añoranza no se vive,
ni del deseo, ni de la idolatría,
mas no hay preso más libre que el que escribe.

La inconclusión me trajo este desvelo,
si pudiera soñar empezaría
contigo, con tu rostro y con el cielo.

CDMX Agosto 28, 2021

Siete de Copas

En la noche brindamos por el día
llevando la embriaguez a la almohada,
siete copas de vida imaginada,
ignorando que el sueño empezaría

a mecerse en un columpio suicida
de pabilo junto al acantilado,
el sopor de las copas me ha sedado
y me abandono al sueño y la caída.

Ícaro viene por mí, me levanta,
la espiral del vértigo me despierta,
y alcanzo a ver en la ventana abierta

un ave que me mira y que trasplanta
mi realidad al sueño y extrañada,
ébria te ve, desnuda y desmayada.

II

Gracias ave nocturna pienso y luego
emprende el vuelo en la noche estrellada,
ignoro si la aventura soñada
tuvo que ver con el hielo o el fuego

de tu cuerpo venido de tan lejos
que no me pertenece, sin embargo
buscas en la ebriedad y su letargo
resucitar esos tiempos añejos.

Pero tú no la viste, en tu desmayo
el sueño es pasional y placentero
donde tu boca con mis besos callo.

Fui salvado en mi sueño y estoy vivo,
pese a caer por el desfiladero
soy de la vida y muerte fugitivo.

Mayo 21, 2021

DE MASCOTAS

Tras la liebre, soñaba que corría
bajo la lluvia en un campo florido,
el soñar es el paraíso perdido
¿sueño o realidad? sueño escogería.

Otras veces a la luna le aúlla,
el eco le contesta y la complace.
El sueño nunca tiene desenlace
pero la fantasía es solo suya.

Luego despierta, no hay cacería
no hay montañas rocosas y no hay viento
pero escucha allá en la lejanía

otra voz como su voz, un vecino
le recuerda del sueño otro fragmento
donde el can es amigo del felino.

Eduardo Romero Camacho. Ciudad de México,  Julio 14, 2011

Huecos Oscuros

La vida que abandona lentamente
a la rama caída en primavera
es vida que se va y nunca se entera
que la muerte la abraza suavemente.

Es perfección lo que hace girar la hoja
que en otoño del árbol se desprende
es en su breve vuelo cuando entiende
que su volar de savia la despoja.

La pintura que abandona los muros
tras décadas de ausencia, tristemente
deja ahí en su lugar huecos oscuros.

Oscuros cual futuro, cual pasado
como para los pobres el presente
y para quien amó, ser olvidado.

Eduardo Romero Camacho. Ciudad de México, Noviembre 2010